Toque de queda
Para Sean
El toque de queda fue el más largo que alguien pueda recordar
La carpa de la certeza fue arrancada de sus pequeñas estacas
Era mejor no hablar ningún lenguaje
Había un hombre embozado en palomas, música de caireles
La ciudad, translúcida, hecha pedazos pero no desaparecida
Entre el ya no y el todavía por venir
El niño preguntó si los huesos en la pared
Eran parte de las luces en el túnel
Sí, dije, y las estrellas tachonadas cerraron su cielo
Carolyn Forché (Detroit, 1950), de Blue Hour, HarperCollins, Nueva York, 2003. En Blue Flower Arts
Versión de J. Aulicino
Curfew. For Sean
The curfew was as long as anyone could remember/ Certainty’s tent was pulled from its little stakes/ It was better not to speak any language/ There was a man cloaked in doves, there was chandelier music/ The city, translucent, shattered but did not disappear/Between the no-longer and the still to come/ The child asked if the bones in the wall/ Belonged to the lights in the tunnel/ Yes, I said, and the stars nailed shut his heaven
Foto de Emma Dodge Hanson
Para Sean
El toque de queda fue el más largo que alguien pueda recordar
La carpa de la certeza fue arrancada de sus pequeñas estacas
Era mejor no hablar ningún lenguaje
Había un hombre embozado en palomas, música de caireles
La ciudad, translúcida, hecha pedazos pero no desaparecida
Entre el ya no y el todavía por venir
El niño preguntó si los huesos en la pared
Eran parte de las luces en el túnel
Sí, dije, y las estrellas tachonadas cerraron su cielo
Carolyn Forché (Detroit, 1950), de Blue Hour, HarperCollins, Nueva York, 2003. En Blue Flower Arts
Versión de J. Aulicino
Curfew. For Sean
The curfew was as long as anyone could remember/ Certainty’s tent was pulled from its little stakes/ It was better not to speak any language/ There was a man cloaked in doves, there was chandelier music/ The city, translucent, shattered but did not disappear/Between the no-longer and the still to come/ The child asked if the bones in the wall/ Belonged to the lights in the tunnel/ Yes, I said, and the stars nailed shut his heaven
Foto de Emma Dodge Hanson
Estimado Jorge,ante todo un agradecimiento por el blog.Siempre hay cosas interesantes.Por ejemplo la Carolyn Forché.Estuve leyendo y escuchandola.Con respecto a tu traducción,se me ocurrió otra alternativa para el primer verso.
ResponderBorrar“El toque de queda fue el más largo que alguien haya podido recordar”
No es tan exacto,pero me suena mejor.¿Qué te parece?
Te saludo,
jorge
Estimado tocayo: creo que tu sugerencia es válida y la estoy pensando, porque no me convence la resolución que le di al primer verso, en consulta con Jorge Fondebrider, sobre todo no me satisface del todo la conjugación "puedan", no me parece natural en castellano. Bueno, veo.
ResponderBorrarUn saludo y gracias por tu comentario y por descubrirme tu blog-