Había pensado que debían incluirse en esta antología (ver penúltimo posteo) los poemas que siguen a continuación. Uno de ellos también es de Neruda, ligeramente "antipoético" también aquí, y con intención.
Tango del viudo
Oh Maligna, ya habrás hallado la carta, ya habrás llorado
/de furia,
y habrás insultado el recuerdo de mi madre
llamándola perra podrida y madre de perros,
ya habrás bebido sola, solitaria, el té del atardecer
mirando mis viejos zapatos vacíos para siempre
y ya no podrás recordar mis enfermedades, mis sueños nocturnos,
/mis comidas,
sin maldecirme en voz alta como si estuviera allí aún
quejándome del trópico de los coolíes corringhis,
de las venenosas fiebres que me hicieron tanto daño
y de los espantosos ingleses que odio todavía.
Maligna, la verdad, qué noche tan grande, qué tierra tan sola!
He llegado otra vez a los dormitorios solitarios,
a almorzar en los restaurantes comida fría, y otra vez
tiro al suelo los pantalones y las camisas,
no hay perchas en mi habitación, ni retratos de nadie
/en las paredes.
Cuánta sombra de la que hay en mi alma daría por recobrarte,
y qué amenazadores me parecen los nombres de los meses,
y la palabra invierno qué sonido de tambor lúgubre tiene.
Enterrado junto al cocotero hallarás más tarde
el cuchillo que escondí allí por temor de que me mataras,
y ahora repentinamente quisiera oler su acero de cocina
acostumbrado al peso de tu mano y al brillo de tu pie:
bajo la humedad de la tierra, entre las sordas raíces,
de los lenguajes humanos el pobre sólo sabría tu nombre,
y la espesa tierra no comprende tu nombre
hecho de impenetrables substancias divinas.
Así como me aflige pensar en el claro día de tus piernas
recostadas como detenidas y duras aguas solares,
y la golondrina que durmiendo y volando vive en tus ojos,
y el perro de furia que asilas en el corazón,
así también veo las muertes que están entre nosotros
/desde ahora,
y respiro en el aire la ceniza y lo destruido,
el largo, solitario espacio que me rodea para siempre.
Daría este viento del mar gigante por tu brusca respiración
oída en largas noches sin mezcla de olvido,
uniéndose a la atmósfera como el látigo a la piel del caballo.
Y por oírte orinar, en la oscuridad, en el fondo de la casa,
como vertiendo una miel delgada, trémula, argentina, obstinada,
cuántas veces entregaría este coro de sombras que poseo,
y el ruido de espadas inútiles que se oye en mi alma,
y la paloma de sangre que está solitaria en mi frente
llamando cosas desaparecidas, seres desaparecidos,
substancias extrañamente inseparables y perdidas.
Pablo Neruda, Residencia en la tierra. Santiago de Chile, Nascimento, 1933.
Total cero
2
Mientras escribo la palabra mientras
y los diarios anuncian el suicidio de Pablo de Rokha
vale decir el homicidio de Carlos Díaz Loyola
perpetrado por su propio hermano de leche
en Valladolid 106
-un balazo en la boca
con un Smith & Wesson calibre 44-,
mientras escribo la palabra mientras
aunque parezca un poquito grandilocuente
pienso muerto de rabia
así pasa la gloria del mundo
sin pena
sin gloria
sin mundo
sin un miserable sandiwich de mortadela.
Nicanor Parra (San Fabián de Alico, 1914). Obra gruesa, Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1971
Ciclo
El molar solitario de una ninfa
muerta no identificada
tenía un arreglo de oro.
Los demás se habían marchado como a una cita furtiva.
El sirvecadáveres se lo arrancó a golpes
lo empeñó, y se fue p`al baile.
Total, dijo sólo el polvo ha de volver al polvo...
Gottfried Benn (Mansfeld, 1886-Berlín, 1956). De Morgue (publicado en 1912). Trad. Susana Romano halllada aquí
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ResponderBorrarJorge:
ResponderBorrarCreo que esto entra bien en el concepto escatológico dentro del cual nos estamos moviendo. Lo saqué del blog de la revista Cabildo, donde aparece como "poesía que promete":
1833 - 3 de enero - 2008
Grytviken, Puerto Leith, nombres lejanos
donde la Patria alonga su ribera;
tierra argentina, ignota tierra islera:
seguimos tu vigilia, soberanos.
Un gran silencio grita a los arcanos:
“rompo las claves y la radio, fuera”,
un puñado de héroes; tensa espera
y el alma, amartillada, entre las manos.
Vienen con su estandarte: calavera
y dos tibias cruzadas. Los britanos
no han conocido nunca otra bandera.
No importa cuántos son. Vamos, hermanos
a enseñarle al hereje, campo afuera
la gloria de argentinos y cristianos.
Enrique Vidal Molina
Yo creo que no debe faltar algún poema -podría ser cualquiera, al azar- del libro Ova Completa de Susana Thénon; mi poeta argentina preferida. Pero como hay que elegir uno me quedo con "La antología", puesto que se ajusta medianamente a lo pedido. Saludos. A ver, acá lo dejo.
ResponderBorrarLa antología
¿tú eres
la gran poietisa
Susana Etcétera?
mucho gusto
me llamo Petrona Smith-Jones
soy profesora adjunta
de la Universidad de Poughkeepsie
que queda un poquipsi al sur de Vancouver
y estoy en la Argentina becada
por la Putifar Comissión
para hacer una antología
de escritoras en vías de desarrollo
desarrolladas y también menopáusicas
aunque es cosa sabida que sea como fuere
todas las que escribieron y escribirán en Argentina
ya pertenecen a la generación del 60
incluso las que están en guardería
e inclusísimamente las que están en geriátrico
pero lo que importa profundamente
de tu poesía y alrededores
es esa profesión –aaah ¿cómo se dice?–
profusión de íconos e índices
¿tú qué opinas del ícono?
¿lo usan todas las mujeres
o es también cosa del machismo?
porque tú sabes que en realidad
lo que a mí me interesa
es no sólo que escriban
sino que sean feministas
y si es posible alcohólicas
y si es posible anoréxicas
y si es posible violadas
y si es posible lesbianas
y si es posible muy muy desdichadas
es una antología democrática
pero por favor no me traigas
ni sanas ni independientes