Vodka seguido por café. Cada mañana
cuelgo el letrero en la puerta
SALÍ A ALMORZAR
pero nadie le presta atención; mis amigos
miran al letrero y
a veces dejan un mensaje corto escrito,
o si no llaman – Vení a jugar
Ray-mond.
Un vez mi hijo, el cabrón,
entró y me dejó un huevo pintado
y un bastón.
Creo que se tomó un poco de mi vodka.
Y la semana pasada pasó mi mujer
con una lata de sopa de carne de res
y un cartón de lágrimas.
Ella también se tomó un poco de mi vodka, creo,
y después huyó en un auto extraño
con un hombre que nunca he visto.
Ellos no entienden; estoy bien,
estoy bien acá donde estoy,
y en cualquier momento
estaré, estaré, estaré…
Me propongo tomarme todo el tiempo en este mundo,
considerar cualquier cosa, hasta milagros,
y sin embargo mantener mi guardia,
siempre más cuidadoso, más vigilante,
contra ellos que pecarían contra mí,
contra ellos que robarían vodka,
contra ellos que me harían daño.
Raymond Carver (Clatskanie, Oregon, 1938-Port Angeles, Washington, 1988)
Versión de Andrew Hax
No hay comentarios.:
Publicar un comentario