Dios está aquí.
Como las flores o la soledad o el silencio,
que a veces nos sorprenden con su aparición,
Dios está aquí.
¿Hay aquí alguien que esté limpio de culpa?
Sin embargo
El cielo tiembla en cada una de estas criaturas de pecado.
Y yo, que soy el testigo y el delator
de que Dios está aquí,
más cierto y más firme que el mal,
¿he de hacer del escarnio mi profesión, mi oficio?
Oh Dios,
entre matones, tangos y desoladas prostitutas
siento Tu Presencia
como un forajido que hubiera hallado en mi corazón
un sótano seguro;
como un hombre extraviado golpeas en mi pecho;
eres un borracho que ha encontrado en mi alma
un rincón oscuro donde acostarse
y dormir.
Jorge Calvetti (San Salvador de Jujuy, 1916 -Buenos Aires, 2002)
Vía El Rey de la Boca
Como las flores o la soledad o el silencio,
que a veces nos sorprenden con su aparición,
Dios está aquí.
¿Hay aquí alguien que esté limpio de culpa?
Sin embargo
El cielo tiembla en cada una de estas criaturas de pecado.
Y yo, que soy el testigo y el delator
de que Dios está aquí,
más cierto y más firme que el mal,
¿he de hacer del escarnio mi profesión, mi oficio?
Oh Dios,
entre matones, tangos y desoladas prostitutas
siento Tu Presencia
como un forajido que hubiera hallado en mi corazón
un sótano seguro;
como un hombre extraviado golpeas en mi pecho;
eres un borracho que ha encontrado en mi alma
un rincón oscuro donde acostarse
y dormir.
Jorge Calvetti (San Salvador de Jujuy, 1916 -Buenos Aires, 2002)
Vía El Rey de la Boca
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Foto: The Tilcarallajta Herald
El alcohol y el verbo. Dios como borracho (forajido y dormilón). Me gusta la imagen...
ResponderBorrare.