Bien por DFcuando diferencia genio de freak y cuestiona --le costará un precio-- a la Administración Puig & Duchamp. Es un golpe a dos puntas: por un lado, al pensamiento entero del talento (en el sentido etimológico de peso específico) y del genio artístico (en el sentido tradicional de don), desacreditados más por la academia que por el vulgo; por otro lado, a la trama del discurso local: aquí se construye mucho con muy poco. El ensayo literario argentino da la impresión a veces de esas prefabricadas Tarzán que en las fotos parecían pequeñas residencias californianas.
La falta de ideas se hace evidente: entonces el relleno aparenta empanada, y no es más que hojaldre insípido.
ResponderBorrarSaludos