Martín Prieto
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sábado, octubre 28, 2006
Poetas
Entonces hago una revisión, que no es caprichosa, porque me gusten los poetas, sino porque creo que efectivamente en los años 80 esta disputa de neobarrocos y objetivistas supone también una primera consideración muy plena sobre una tradición nacional de poesía. Todos los movimientos de vanguardia, desde el martinfierrismo en adelante, o desde el modernismo en adelante, habían sido en algún u otro sentido europeístas o, a partir de los años 50, norteamericanistas, toda la tradición de la poesía argentina de vanguardia se construye sobre modelos ultraístas, surrealistas, románticos, expresionistas, y me parece que por primera vez en los años 80 se empieza a evaluar, se construye por primera vez una tradición de poesía puramente nacional con dos figuras emblemáticas que son Juan L. Ortiz y Oliverio Girondo. Eso, me parece, genera a su vez una relectura de poetas de la década del 50 que empiezan a ser valorados por primera vez en los años 80: Francisco Madariaga, Joaquín Giannuzzi, Aldo Oliva, Hugo Padeletti, tipos que incluso empiezan a publicar un poco instados por los autores de los 80. Esta generación genera un reacomodamiento absoluto de la tradición poética de las vanguardias en adelante. En todo caso, esta historia (Breve historia de la literatura argentina, de M.P.) no es que privilegie a los poetas, sino que da cuenta de esa novedad de los años 80.
Martín Prieto
Enrevista en El Ciudadano, Rosario
Martín Prieto
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