El hombre que dice: "Esto me gusta, lo tomo para mí, lo protegeré y lo defenderé de todo y contra todos"; el hombre que sabe manejar un negocio, permanecer fiel a un pensamiento, conservar a una mujer, castigar y abatir al insolente; el hombre que maneja su cólera como una espada, a quien se unen de buen grado los débiles, los que sufren, los oprimidos e incluso los animales, pues dependen de él de una manera muy natural; un hombre semejante es por esencia un amo, y cuando experimenta compasión, ésta tiene valor. Pero, ¿qué vale la compasión de los que sufren, o la de llegar hasta a predicar la compasión?
Nietzsche. Más allá del bien y del mal
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