domingo, agosto 16, 2009

Eugenio Montale / Testamento




Pequeño testamento

Esto que de noche fulgura
en el casco de mi pensamiento,
huella nacarada de babosa
o esmeriles de vidrio pisoteado,
no es lámpara de iglesia o de taller
que alimente
clérigo rojo o negro.
Sólo este arco iris puedo
dejarte como testimonio
de una fe que fue combatida
de una esperanza que ardiera más lenta
que un duro leño en la chimenea.
Conserva su ceniza en el espejito
cuando, extintas las lámparas,
la sardana se vuelva infernal
y un sombrío Lucifer baje sobre una proa
del Támesis, del Hudson o del Sena
sacudiendo sus alas de betún semitruncadas
de cansancio a decirte: es la hora.
No es una herencia, no es un amuleto
que ampare del golpear de los monzones
sobre la telaraña de la memoria,
pero una historia dura tan sólo en la ceniza
y persistencia es sólo la extinción.
Exacto era el indicio: quien lo ha reconocido
no puede fracasar al encontrarte.
Cada uno reconoce a los suyos: el orgullo
no era huida, la humildad no era
vileza, el tenue resplandor difuminado
allá abajo no era igual al de un fósforo.

Eugenio Montale (Génova,1896-Milán,1981), de "La bufera e altro", El vacío que nos invade, traducción y edición de Horacio Armani, Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires, 1990


Piccolo testamento
Questo che a notte balugina/ nella calotta del mio pensiero,/ traccia madreperlacea di lumaca/ o smeriglio di vetro calpestato,/ non è lume di chiesa o d'officina/ che alimenti/ chierico rosso, o nero./ Solo quest'iride posso/ lasciarti a testimonianza/ d'una fede che fu combattuta,/ d'una speranza che bruciò più lenta/ di un duro ceppo nel focolare./ Conservane la cipria nello specchietto/ quando spenta ogni lampada/ la sardana si farà infernale/ e un ombroso Lucifero scenderà su una prora/ del Tamigi, dell'Hudson, della Senna/ scuotendo l'ali di bitume semi-/ mozze dalla fatica, a dirti: è l'ora./ Non è un'eredità, un portafortuna/ che può reggere all'urto dei monsoni/ sul fil di ragno della memoria,/ ma una storia non dura che nella cenere/ e persistenza è solo l'estinzione./ Giusto era il segno: chi l'ha ravvisato/ non può fallire nel ritrovarti./ Ognuno riconosce i suoi: l'orgoglio/ non era fuga, l'umiltà non era/ vile, il tenue bagliore strofinato/ laggiù non era quello di un fiammifero.

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Ilustración: Sense Titol i Mitj Borrat, 2005 Miquel Barceló

3 comentarios:

  1. No vi felicidad, si no es ese prodigio
    que nos desvela la divina Indiferencia:
    era la estatua en la somnolencia
    del mediodía, y la nube, y el halcón elevado
    .
    también Montale.

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  2. Bienvenido sea ese arco iris, o ese resplandor tenue: ya es hora. Qué bestia hermosa Montale. Gracias, Irene

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  3. Pedro Donangelo17 agosto, 2009 11:30

    El Grande. Las imágenes de Montale persisten en el tiempo, siempre está llegando a la otra orilla, el funicular o alguien pasea los perros en Módena. ¡La casa de los Aduaneros! Después de leer a Montale se decantan nada más que exclamaciones.

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